La nueva versión en acción real de «Blancanieves» producida por Disney ha desatado una serie de polémicas y comentarios que van desde elecciones artísticas hasta reflexiones éticas y sociales. Esta película, bajo la dirección de Marc Webb y con Rachel Zegler interpretando a Blancanieves y Gal Gadot como la reina malvada, intenta ofrecer una versión renovada del clásico animado de 1937, dirigida a un público moderno. No obstante, las decisiones tomadas durante su producción han generado opiniones encontradas y dudas respecto al rumbo creativo de la empresa.
Una de las primeras discusiones surgió con la modificación del nombre del filme, que cambió de «Blancanieves y los siete enanitos» a simplemente «Blancanieves». Este cambio fue realizado para evitar el uso del término «enano», que en algunos casos puede considerarse ofensivo. En su lugar, los personajes que originalmente eran enanitos han sido creados utilizando tecnología de imágenes generadas por computadora (CGI), lo que eliminó la opción de contar con actores que tienen acondroplasia. Esta decisión ha sido interpretada por algunos como una falta de inclusión y una oportunidad desaprovechada para representar a personas con enanismo en la industria del cine.
Una de las primeras controversias surgió con el cambio en el título de la película, pasando de «Blancanieves y los siete enanitos» a simplemente «Blancanieves». Este ajuste se realizó en un intento por evitar el uso del término «enano», considerado peyorativo en algunos contextos. En su lugar, los personajes que originalmente eran enanitos han sido representados mediante imágenes generadas por computadora (CGI), eliminando la posibilidad de contar con actores que padecen acondroplasia. Esta decisión ha sido vista por algunos como una falta de representación y una oportunidad perdida para incluir a personas con enanismo en la industria cinematográfica.
Además, la elección de los actores principales ha sido objeto de debate. Rachel Zegler, conocida por su papel en la adaptación de «West Side Story» dirigida por Steven Spielberg, ha sido criticada por algunos por su interpretación de Blancanieves, considerándola excesivamente dulce y distante del personaje original. Por otro lado, Gal Gadot, reconocida por su papel como Wonder Woman, ha recibido comentarios mixtos en su representación de la malvada reina, con algunos espectadores percibiéndola como poco siniestra y carente de la profundidad necesaria para el papel.
La trama de la película también ha sido objeto de críticas. Mientras que la versión animada se centraba en la relación entre Blancanieves y los siete enanitos, esta adaptación introduce cambios significativos, como la transformación de los enanitos en seres mágicos de 274 años. Esta modificación ha sido vista por algunos como una concesión innecesaria que diluye la esencia del cuento original.
La promoción de la película no ha estado exenta de controversias. Tras comentarios polémicos de Zegler y declaraciones de Gadot sobre su postura política, Disney optó por minimizar los eventos promocionales y limitar la interacción con la prensa. El estreno europeo se llevó a cabo en el Alcázar de Segovia, España, evitando la presencia de medios y eludiendo posibles críticas adicionales. elDiario.es+3El País+3Diario AS+3
A pesar de las críticas, la película ha logrado atraer a una audiencia considerable en su estreno, con una recaudación notable en taquilla. Sin embargo, la división de opiniones persiste, reflejando las complejidades de adaptar un clásico de Disney a los valores y sensibilidades actuales. Mientras algunos celebran los intentos de modernizar y diversificar el contenido, otros lamentan la pérdida de autenticidad y conexión con el material original.