Nuestro sitio web utiliza cookies para mejorar y personalizar su experiencia y para mostrar anuncios (si los hay). Nuestro sitio web también puede incluir cookies de terceros como Google Adsense, Google Analytics, Youtube. Al usar el sitio web, usted consiente el uso de cookies. Hemos actualizado nuestra Política de Privacidad. Por favor, haga clic en el botón para consultar nuestra Política de Privacidad.

Nuevas tarifas y su impacto en Perú

https://forbes.pe/_next/image?url=httpscdn.forbes.pe202504ExportacionesMincetur.webp&w=3840&q=75

El sector exportador de Perú se enfrenta a un panorama incierto debido a los aranceles impuestos por Estados Unidos, lo que afectará gravemente a las pequeñas, medianas y microempresas del país. Según recientes estimaciones, un 92% de las empresas peruanas que participan en actividades exportadoras enfrentan dificultades para mantenerse competitivas en el mercado internacional debido a las nuevas tarifas arancelarias. Esta situación pone de manifiesto las vulnerabilidades de un sector que, aunque es crucial para la economía peruana, está compuesto mayoritariamente por empresas de menor tamaño que no tienen los recursos suficientes para adaptarse a estos cambios.

La dependencia de Perú en los mercados internacionales, especialmente en Estados Unidos, ha sido una característica clave de su crecimiento económico en los últimos años. El país ha logrado posicionarse como un exportador importante de productos como minerales, productos agrícolas y textiles, que son esenciales para la economía. Sin embargo, el impacto de los nuevos aranceles podría alterar drásticamente este equilibrio, afectando tanto la capacidad de producción como la competitividad de las empresas locales en comparación con productores de otros países.

El principal desafío es que las empresas de tamaño pequeño y mediano carecen de la estructura o el capital necesario para asumir el impacto de los aranceles. Estas organizaciones dependen en gran medida de la exportación para seguir operando y mantener sus niveles de producción. No obstante, los impuestos adicionales sobre los productos peruanos pueden causar un alza en los precios, lo que podría resultar en una disminución de la demanda en mercados clave. Además, los competidores de otros países con aranceles más bajos o acuerdos comerciales ventajosos pueden aprovechar esta situación para aumentar su participación en el mercado, disminuyendo así las oportunidades para las empresas peruanas.

El efecto de estas acciones es particularmente crítico para las áreas más frágiles, como la industria agrícola, que es una porción significativa de las exportaciones nacionales. Bienes como frutas, verduras y otros comestibles procesados podrían resultar considerablemente perjudicados. Esta industria ya lidia con retos adicionales, como las variaciones del clima y la falta de trabajadores capacitados, complicando aún más la adaptación a las presiones externas causadas por los aranceles.

A pesar de la gravedad de la situación, las autoridades gubernamentales aún no han tomado medidas decisivas para mitigar el impacto de los aranceles en las pequeñas y medianas empresas. El sector empresarial ha pedido al gobierno que intervenga para negociar con Estados Unidos y tratar de frenar o reducir estos aranceles, lo que podría ayudar a las empresas a recuperar algo de competitividad. Sin embargo, las negociaciones en comercio internacional son complejas y es incierto si se lograrán acuerdos que beneficien a las empresas peruanas en el corto plazo.

Una solución viable, aunque no inmediata, podría ser expandir los mercados de exportación de Perú, disminuyendo la dependencia de un único socio comercial. La economía peruana ha empezado a explorar nuevos mercados en Asia, Europa y otros lugares, pero este camino es lento y demanda más inversión en infraestructura y promoción comercial. En el interín, el sector exportador peruano tendrá que ajustarse rápidamente a las nuevas condiciones del mercado, aumentando su competitividad mediante la innovación, la eficiencia productiva y la búsqueda de nuevos segmentos comerciales.

En esta situación, los negocios de menor y mediana envergadura podrían sacar provecho de medidas estatales que impulsen el aumento de su capacidad de producción y el perfeccionamiento de la calidad de sus mercancías, lo cual les facilitaría competir en términos más ventajosos. Esto requeriría una colaboración entre la iniciativa privada y el gobierno para establecer un marco más favorable para las mipymes, proporcionándoles los recursos necesarios para afrontar los retos mundiales.

Por Otilia Adame Luevano

También te puede gustar