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Mujeres en el liderazgo del Tercer Sector: un desafío constante

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Un estudio reciente ha revelado una paradoja dentro del Tercer Sector: aunque las mujeres constituyen la mayor parte del personal en las organizaciones no gubernamentales (ONG), su participación en roles de liderazgo continúa siendo considerablemente inferior en comparación con los hombres. Aunque la mayoría del personal en las ONG son mujeres, la proporción de mujeres en presidencias y posiciones directivas sigue siendo dispar, lo que pone de manifiesto la existencia continua de desigualdades de género en el liderazgo.

Un análisis reciente ha puesto en evidencia una paradoja en el Tercer Sector: a pesar de que las mujeres representan la mayoría de la fuerza laboral en las organizaciones no gubernamentales (ONG), su presencia en puestos de liderazgo sigue siendo significativamente baja en comparación con los hombres. A pesar de que las ONG están impulsadas mayoritariamente por trabajadoras femeninas, la representación de mujeres en las presidencias y en cargos directivos sigue siendo desigual, lo que resalta la persistencia de brechas de género en el ámbito del liderazgo.

El informe indica que las organizaciones no gubernamentales lideradas por mujeres administran, en promedio, un 41% menos de presupuesto en comparación con aquellas bajo dirección masculina. Las entidades con mujeres a la cabeza manejan un gasto promedio de 4,3 millones de euros, mientras que las dirigidas por hombres alcanzan los 7,3 millones de euros. Además, las variaciones también son evidentes al comparar los cargos de dirección general: en las ONG encabezadas por mujeres, el presupuesto es un 28% menor que en las dirigidas por hombres. Esta desigualdad genera preguntas sobre las razones por las cuales las mujeres no acceden a recursos mayores y, como consecuencia, a una influencia más significativa dentro de sus organizaciones.

El informe señala que las ONG presididas por mujeres gestionan, en promedio, un 41% menos presupuesto que aquellas lideradas por hombres. Las organizaciones que tienen a mujeres al mando gestionan un gasto medio de 4,3 millones de euros, en comparación con los 7,3 millones de euros de las entidades presididas por hombres. Además, las diferencias también se notan cuando se comparan las direcciones generales: en las ONG dirigidas por mujeres, el presupuesto es un 28% inferior al de aquellas lideradas por hombres. Esta disparidad plantea interrogantes sobre las razones detrás de la falta de acceso de las mujeres a mayores recursos y, por tanto, a una mayor influencia dentro de sus organizaciones.

El análisis resalta además el impacto del liderazgo femenino en la composición de los órganos de gobierno. En las organizaciones con presidencia femenina, el 61% de los integrantes de la junta directiva son mujeres, sugiriendo que la presencia de mujeres en altos cargos facilita una equidad de género más robusta en la toma de decisiones. Por otro lado, en las entidades lideradas por hombres, apenas el 40% de los miembros de la junta son mujeres, lo que refuerza la noción de que el liderazgo de mujeres propicia un entorno más inclusivo.

El análisis también destaca cómo el liderazgo femenino influye en la composición de los órganos de gobierno. En las organizaciones presididas por mujeres, el 61% de los miembros de la junta directiva son también mujeres, lo que indica que cuando las mujeres llegan a los puestos de liderazgo, se facilita una mayor equidad de género en la toma de decisiones. En contraste, en las organizaciones dirigidas por hombres, solo el 40% de los miembros de la junta directiva son mujeres, lo que refuerza la idea de que el liderazgo de mujeres contribuye a un entorno más inclusivo.

A pesar de los avances registrados, el estudio subraya que el Tercer Sector sigue siendo un ejemplo de disparidad de género cuando se comparan las cifras con otros sectores. En comparación con el mundo empresarial, la Administración Pública o el ámbito académico, el Tercer Sector parece avanzar más en términos de representación femenina, pero todavía queda mucho camino por recorrer. Las mujeres ocupan el 49% de los puestos en los órganos de gobierno de las ONG, mientras que en el sector empresarial solo representan el 35%, en la Administración General del Estado el 41,6% y en el mundo universitario solo el 26,3% de los catedráticos son mujeres.

Además de su impacto en la igualdad de género, el Tercer Sector tiene una relevancia significativa para la economía y el empleo. Representa el 1,44% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional y es responsable de miles de empleos, consolidándose como un motor de oportunidades laborales, especialmente para las mujeres. Las organizaciones no lucrativas, que abarcan áreas como la acción social, la cooperación al desarrollo, la ayuda humanitaria, la investigación en salud y el medio ambiente, gestionan un presupuesto cercano a los 1.700 millones de euros y emplean a aproximadamente 41.000 personas. Estas entidades también cuentan con el apoyo de más de 2,6 millones de socios y 113.000 voluntarios.

Por Otilia Adame Luevano

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